elBulli1846 y el lenguaje museográfico

Este artículo lo firmo junto con Ferran Adrià, y fue originalmente publicado aquí.


El 30 de Julio de 2011, el aclamado cinco veces consecutivas como el mejor restaurante de mundo por su influencia en la gastronomía contemporánea, cerró sus puertas. No se trataba de un final, sino del principio de, posiblemente, la innovación más disruptiva de El Bulli: convertir un restaurante en un exitoso laboratorio experimental de creación de conocimiento, en un contexto como el actual, en el que poder dedicar tiempo y recursos al desarrollo de conocimiento es todo un privilegio.

Seguramente uno de los aspectos más interesantes de este proyecto radica en que uno de sus medio de comunicación ―o lenguaje propio― será el lenguaje museográfico. La forma de comunicar el conocimiento que se producirá en este laboratorio es en gran medida expositiva, lo cual no sólo es un nuevo enfoque para una iniciativa de este tipo, sino también toda una atrevida y estimulante apuesta por los recursos de esa forma de comunicar singular y de recursos endémicos que es el lenguaje museográfico, un lenguaje cuyo producto propio y natural no es otro que la exposición.

El lenguaje museográfico se basa en todo aquello que es real; en todo aquello que es tangible. Lo que hay y sucede en una exposición comparte tiempo, espacio y existencia con los visitantes. Por eso, en las buenas exposiciones la mayorías de las cosas no están representadas, sino presentadas. La tangiblidad es, pues, la característica fundamental del lenguaje museográfico, y esa tangiblidad se plasma en dos recursos comunicativos endémicos: el objeto tangible y el fenómeno tangible.

El Cilindro de Ciro en el British Museum es un objeto tangible allí presente, de modo que la visita al museo se justifica y demanda por ese motivo principalmente. El hecho de que, hoy en día, el Cilindro de Ciro pueda admirarse con todo lujo de detalles en internet, no sólo no sustituye la visita presencial al museo, sino que más bien la potencia. El Cilindro es un semióforo en el sentido que argumentaba Krzysztof Pomian; un portador de significado cuyo valor simbólico es distinto y superior a su valor de uso o coste, y cuya presencia física tangible propone una experiencia intelectual insustituible al visitante.

En las exposiciones ―sobre todo las de ciencia― abundan no sólo los objetos, sino también los fenómenos tangibles. Un bello arco-iris proyectado por un prisma de cristal oportunamente iluminado no sólo es una experiencia estética, sino profundamente intelectual y en consecuencia didáctica que, en muchos aspectos, no es sustituible por representaciones tales como un video o una foto de lo mismo.

En el mundo de arte también puede hablarse del lenguaje museográfico. Desde el momento en que los artistas crean obras con la intención explícita de que sean exhibidas en el contexto de una exposición, ya están trabajando de facto en un producto propio del lenguaje museográfico (objetos y fenómenos tangibles), sean cuales sean sus medios creativos de base.

El propio El Bulli, con su afamado menú degustación de treinta y cinco elaboraciones era en cierto sentido una experiencia en buena medida relacionable con el lenguaje museográfico. Tomar contacto con objetos tangibles (las elaboraciones) y fenómenos tangibles (las técnicas), ambas cosas que no podían percibirse con plenitud a través de ningún otro canal comunicacional más que visitando el restaurante, es ya per se un acto comunicacional que en muchos sentidos podría denominarse museístico.

De hecho, el contacto con lo tangible era tan intenso en El Bulli restaurante que incluso era comestible y, por ende, desaparecía en la boca de cada comensal: hay pocas formas de comunicar que ostenten una relación con la tangibilidad tan estrecha e intensa como las elaboraciones de El Bulli restaurante. En este sentido, la parte de la exposición elBulli1846 dedicada al restaurante, permite aproximar la experiencia de aquel legendario establecimiento a muchas más personas; si ya no degustando, sí viviendo mucho de todo lo demás que constituía la profunda experiencia intelectual ―y tangible― de elBulli restaurante.

ElBulli1846 afrontará también otro gran reto pendiente en exposiciones y museos: el llamado I+D+i museístico. Lo que hay en la exposición no debería ya ser fijo ni permanente, sino que se mantiene en continua evolución. Y evoluciona no porque se vaya relevando, sino porque se va optimizando y adaptando regularmente a los cambios y necesidades, buscando la excelencia de sus activos comunicacionales. Esta tendencia de trabajar diariamente en un producto museográfico que no es fijo ―algo que se hace con toda naturalidad en otros lenguajes―, poco a poco empapará el trabajo sobre el lenguaje museográfico, de modo que probablemente pase al olvido el concepto de aquellas exposiciones que nacieron congeladas y que se mantuvieron así años y años, a la espera de una futura renovación drástica y total que quizá nunca se produjo.

Pero el lenguaje museográfico no sirve en elBulli1846 sólo para hablar del restaurante, sino sobre todo para hablar de la comprensión. La visita a elBulli1846 será ya no sólo una experiencia gastronómica como fue ―que también en buena medida―, sino una experiencia intelectual singular de alcance más global. La importancia de comprender a fondo cualquier aspecto de estudio para poder aproximarse con ciertas garantías a su tratamiento y desarrollo, tiene en elBulli1846 un puntal básico que nace de analizar el intenso esfuerzo creativo que durante años realizó el equipo del restaurante gastronómico de Cala Montjoi.

La comprensión necesaria para poder entender a fondo las cosas a fin de poder conectar todo el conocimiento, se fundamenta en una metodología de análisis en base a un proceso de cinco acciones básicas que en el elBulli1846 denominamos Sapiens: recordar, describir, ubicar, comparar y clasificar. Seguramente pocas veces, el lenguaje museográfico ha conocido una aplicación tan oportuna de sus recursos y capacidades, ni tampoco un reto tan audaz y apasionante.

Referencias:

https://elbullifoundation.com/wp-content/themes/elbullifoundation/pdf/sobre_elbf.pdf

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